Las decisiones fiscales y políticas del Gobierno para mantener los subsidios en el gas y la luz

Miércoles, 4 de Diciembre de 2024

El Gobierno extendió el periodo de transición energética y mantiene el esquema actual de subsidios a la luz y el gas por seis meses más, mediante la Resolución 384/2024, publicada este martes en el Boletín Oficial. La normativa dispuso prorrogar por "un plazo de seis meses, desde el 1º de diciembre de 2024 hasta el 31 de mayo de 2025, el Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados".

La decisión se da tras las evaluaciones llevadas a cabo por la Secretaría de Energía "en cuanto a la respuesta de los usuarios a la reestructuración progresiva del régimen de subsidios energéticos, todo ello en el marco de la política de déficit cero y desinflación implementada por el Ministerio de Economía".

La decisión gubernamental se sostiene en dos pilares, una es de índole política y la otra de política fiscal. Entonces, si el Gobierno quiere cuidar las cuentas públicas y mantener a raya el déficit fiscal, mantener los subsidios tiene una sola explicación: el ajuste público fue tan profundo y holgado, que le permite sostenerlos y, a la vez, cumplir con las metas fiscales ante el FMI. Y en la parte política, la cuestión es mantener la consideración de alta imagen positiva que volvió a recuperar en los dos últimos meses. Porque la quita de los subsidios pega de lleno en los consumidores de ingresos bajos y medios.

Los subsidios seguirán en el segmento N2 (ingresos bajos), que abarca a 8 millones de viviendas y en el N3 (ingresos medios) son 2,7 millones hogares.

Según el último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-Conicet), la cobertura del precio real del gas por parte de los clientes residenciales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) llega, en promedio, al 56%; mientras que el 44% restante corresponde a subsidios. En este caso, los hogares N1 pagan el 88% del costo del gas; los N2, el 32% y los N3, el 40%.

Al igual que en el servicio eléctrico, los usuarios residenciales de gas N2 y N3 tienen un cupo bonificado que varía según los meses y la ubicación geográfica y por encima de los cuales deben pagar la tarifa más cara vigente para los hogares de altos ingresos. El N2 tiene hasta el 55% del consumo de gas. Mientras que el N3 llega al 45%.