La SBDs en su laberinto

Viernes, 10 de Noviembre de 2023

Siguen sin aparecer medidas que alivien la situación financiera asfixiante. Cooperativa Batán cedió el servicio a Camuzzi Gas Pampeana.

La subistribución de gas por red (SBDs) sufre, como sector económico, una pérdida por goteo constante de operadores. La mayoría se fueron porque ya no les conviene sostener un servicio con poco margen de rentabilidad y que los endeudaron de manera vertiginosa.

El último dato que confirma esta situación, fue la incorporación de los 2.500 usuarios de la Cooperativa de Batán, ciudad pegada a Mar del Plata, a manos de la distribuidora Camuzzi Gas Pampeana.

Muchas veces pareciera que algunos quieren ver una dicotomía entre Distribución y la SBDs. Sin embargo, cuando se observa el conjunto se puede decir que ambos perfiles de empresas pueden convivir en el vasto territorio nacional. Las Distribuidoras se concentran en los grandes centros poblados, mientras que la SBDs nació en aquellos lugares donde no es rentable estar o con un crecimiento acotado. En síntesis, todos se necesitan para que en los hogares fluya gas por red, sí ese es este el coincidente fin último de lograr calidad de vida.

Los casos y la situación

La reciente desafectación del servicio de la Cooperativa de Batán, ubicada en el municipio de General Pueyrredón, Buenos Aires, causó una gran preocupación en todo el sector. Después de varios meses de lidiar con una deuda con la principal proveedora del gas, Camuzzi, tuvo que ceder ese servicio, que construyó y desarrollo hace más de dos décadas.

El otro caso que también llevó el traspaso del servicio a Camuzzi Gas Pampeana fue el caso de la Cooperativa de Camet, también asentada en el mismo municipio de General Pueyrredón. En esa ocasión, lo que ocurrió fue la generación de una gran deuda por boletas de gas impagas a la Distribuidora, que llegado el momento debió ceder para poder abonarla.

En una situación similar se encuentra también la Cooperativa de Tres Límites, ubicada en el Gran La Plata, y que a su vez abastece a localidades de los municipios de Berazategui y Florencio Varela.

Sin embargo, el único caso donde la caída de una SBDs, como fue Gas de la Costa, que abastecía con sus redes al Partido de la Costa, Buenos Aires, pasó a manos de la Cooperativa Telefónica de San Bernardo (Cesop).

Mientras que en la provincia de Córdoba, la SBDs Carlos Paz Gas, empresa formada por el municipio y la cooperativa Coopi, se encuentra en una situación extraña. El Ente Nacional Regulador del Gas emitió una Resolución que ordena traspasar el servicio a la distribuidora Ecogas. Si bien hasta el momento no existió la formalidad del traspaso, el municipio está haciendo las gestiones para que otra cooperativa, la de San Roque, se haga cargo del servicio. En este caso no fue un problema de deuda por el pago del gas, sino un mal manejo desde la conducción municipal.

Lo que provoca la actual situación

Cómo es que la SBDs llega hasta esta situación. Se podría decir que fue a partir del 2017 que se viene produciendo un estrechamiento de los márgenes de rentabilidad, entre la compra del gas y la venta al consumidor final.

Tanto el Instituto de Subdistribuidores de Gas de la Argentina (ISGA) como la Federación de Subdistribuidores de Gas (Fesubgas), reclaman diferentes medidas ante la secretaría de Energía de la Nación, como al Enargas, que les dé margen a estas empresas para seguir administrando y gestionando las redes de gas que construyeron, en esas alejadas localidades. Entre ellas, se encuentran:

+ Una de las medidas es el incremento diferencial del Valor Agregado de Distribución (VAD), que le permitiría lograr el margen mínimo para cumplir el servicio que hoy no tienen.

+ La otra medida que solicitan es dar un aumento diferencial para la SBDs en el “Cargo Fijo”, para contrarrestar esa situación, pues el actual monto, pues hasta el momento con ese margen no llegan ni a cubrir los salarios de los trabajadores asignados para el servicio.

+ La delicada situación financiera, debido a que abonan a 30 días las boletas de gas, pero cobran ese gas distribuido a los usuarios recién a los 60 días, provocando por ese diferencial de tiempo (entre pago y cobro) un descalce financiero “asfixiante”, tanto desde Fesubgas como del ISGA, pretenden un mayor plazo en el pago del gas que distribuyen, sin ninguna una tasa activa más el recargo del 50%, por mora. Apenas quieren un recargo similar al que se le aplica a los usuarios de sus redes.

Ese reclamo por tasa menores, se debe a que SBDs entiende que para las Distribuidoras termina siendo un negocio financiero y no de comercializar gas. O, en su defecto, se terminan quedando con servicios por los cuales no invirtieron para que estén en las ciudades más alejadas.

Por eso, la SBDs entiende que la aprobación de las medidas propuesta al Enargas, les permitirá tener aire y aliviaría aquellas que tienen grandes problemas de deudas, como puede ser Casilda Gas, de Santa Fe, o las de la provincia de Buenos Aires como son las cooperativas de Tres Límites y algunas otras más.